Soy Programador y me encanta.
Cuándo pensaba a qué dedicarme, recuerdo haber creado una lista de cosas que creía debería proporcionar esa carrera. Estas cosas debían ser algo que me hicieran mejor persona, mejor ser humano. Entre éstas recuerdo que listé: desarrollar cada vez más el pensamiento abstracto, organizar y ordenar las partes de un problema para intentar resolverlo, aumentar la creatividad, poder interactuar con distintos temas, trabajar en equipo, obtener un sueldo saludable, poder divertirme en el proceso.
Viajé, estudié, disfruté mucho. Pero llegó el momento de decidir y fue cuando me pregunté, ¿cuáles son las experiencias que he vivido y qué he aprendido de éstas? Recordé entonces que siempre me ha fascinado la tecnología en sus diferentes formas. Especialmente, cuando llegó a mi hogar mi primera computadora y cuando me divertía con las consolas de juego de video. Mi vida cambió a partir de interactuar con esos dispositivos.
Actualmente soy un programador a tiempo completo. Vivo ciertamente asombrado por cómo somos capaces de desarrollar sistemas en entornos digitales que facilitan por mucho la vida de las personas e inclusive el medio ambiente. El código es un lenguaje universal con el cual puedo, de manera variada y creativa, comunicar lo que quiero y cómo lo quiero, como también intentar darle vida a lo que sea tiene esa persona en su imaginación y requiere transformarlo en una solución.
Developers Court ha sido el lugar, la casa y la familia donde he encontrado que todo lo que me gusta de la tecnología tiene mejor sentido en mi vida. Trabajo a gusto, lo disfruto y eso me encanta. Creamos sana competencia. El trabajo que hago es ciertamente delicado y serio, pero al final del día, lo que cuenta es que me esmeré por ser mejor que ayer. Como dicen algunas personas: “Empleado contento, Cliente satisfecho”.